Aunque no lo parezca, has avanzado mucho en el proyecto: te has parado a estructurar el trabajo, has decidido cuestiones sobre el prólogo, ya sabes cuándo escribir la introducción, qué son unas buenas conclusiones, qué profesionales te pueden ayudar en el camino (lector cero, correctores, diseñadores, etc.); además, te has parado a hacer mapas mentales…