Si recuerdas la primera publicación sobre la exposición (la de la semana pasada, puedes encontrarla fácilmente), te comenté que las temáticas podían ser muy amplias (lengua, historia, física, arquitectura, cine…); esto hace que no se pueda hablar de forma genérica sobre el vocabulario que se utiliza, porque cada disciplina tiene su propio vocabulario particular que, eso sí, puede y debe nivelarse en cuanto al uso de tecnicismos (por ejemplo, con una explicación entre paréntesis o una nota a pie de página que explique un término específico sin sinónimos válidos) en función de la audiencia a la que se dirige el texto.
Lo que sí se puede establecer como norma en el uso del vocabulario es que debe eliminarse cualquier grado de ambigüedad (porque esta lleva a la imprecisión, enemiga de la explicación). También es habitual que el vocabulario se utilice en un sentido abstracto: no por el matiz artístico, sino por la primera acepción de la palabra en el Diccionario de la lengua española: «Que significa alguna cualidad con exclusión del sujeto»; es decir, concreto y preciso, evitando el equívoco.
Sí se puede generalizar en el uso de estructuras gramaticales. Por ejemplo, la forma verbal más usada es el imperativo, y el tiempo, el presente. Con el presente de indicativo se consigue un valor fuera del marco temporal (algunas personas podrían decir que su exposición tiene un carácter universal gracias a esa atemporalidad que aporta el presente de indicativo… quizá sea exagerado).
No obstante, el presente de indicativo no es el único tiempo posible, ¿cómo presentarías acontecimientos pasados sin volver loca a la audiencia al limitar el uso de los tiempos verbales al presente de indicativo?
También recordarás que la descripción técnica es importante en la explicación, por lo tanto, el empleo de adjetivos es igual de relevante. No se trata de epítetos o calificativos con valor eminentemente estético, sino de adjetivos que describan de forma objetiva; si tienes que describir un tubo de ensayo, en este caso, no dirás que «la transparencia de sus paredes permite que la luz tenue del atardecer penetre en la muestra líquida…», dirás que es una pieza de ensayo transparente de 3 milímetros de capacidad, ¿verdad?).
Los conectores, como siempre, son de gran importancia, algunos de los más usados:
- pues, por lo tanto… (ilativos);
- ya que, por ello… (causales);
- con vistas a, a fin de que… (finales);
- pero, sino… (adversativos);
- siempre que, si… (condicionales);
- a pesar de que… (concesivos).
Las estructuras sintácticas habituales son las oraciones explicativas (verdad de Perogrullo), porque son las que más facilitan la comprensión de lo explicado. También el uso de oraciones subordinadas adjetivas es un recurso común, ¿por qué?, pues, porque tiene carácter explicativo (explica un aspecto de la oración a la que se subordina) o especificativo (delimita el significado de la oración principal).
En la siguiente entrada voy a hablaros más sobre los textos expositivos. Poneos cómodos…