Ha vuelto a pasarme. He visto y leído unas opiniones sobre este libro que decían que era un libro divertido y que no iba a dejar de sonreír (algunos decían reír) y me he fiado. Y, después de varias circunstancias del mismo corte, tengo claro que mi sentido del humor dista mucho, pero mucho, del de las personas que recomiendan libros. Y esto no va en contra del libro, que me ha parecido entretenido, gustoso de leer en general, pero no me he reído. En cualquier caso, tengo en la cesta para la próxima compra Se acabó el pastel¸ de Nora Ephron, que, por lo que he leído, fue una grande del periodismo, cine, narrativa… de los Estados Unidos y que falleció hace cerca de once años por una leucemia.
Es posible que cada etapa de la vida te haga ver las circunstancias de forma diferente a cómo lo ven otras personas, que puede o no que estén en tu misma etapa. El caso es que yo lo que he visto ha sido unas veces satisfacción en las historias que contaba, pero en otras (tal vez en las que más agudizaba su pluma sarcástica) he visto insatisfacción.
En definitiva, habla sobre cosas del día a día, de su día a día, obviamente. Con las más mundanas te puedes identificar y pensar cómo te pasa a ti o cómo te sientes cuando te pasa lo mismo que ella cuenta. Me gusta su receta de ensalada de huevo, porque me gustan los huevos cocidos.
Me ha gustado el aparente desorden de las anécdotas e historias. Y la forma de contarlas. Por eso voy a por la novela que basó en uno de sus divorcios y que se llevó al cine (Heartburn, interpretada por Meryl Streep y Jack Nicholson).
En realidad, si me he reído en un momento, página 158: «Escribí una novela. Con el dinero que gané con la novela me compré una casa». Gracioso, ¿verdad?
Recomiendo la lectura de este libro, pero no garantizo risas incontrolables. Para mí, ha sido una lectura entretenida. No me acuerdo de nada, Libros del Asteroide, 2022.