Dice el DEL que un solecismo es «Falta de sintaxis; error cometido contra la norma de algún idioma». (Podría decirse que vivimos en un continuo solecismo…). Los hay de muchos tipos y colores: de discordancia (género, número…), de construcción (los más conocidos se dan el orden de disposición de las palabras dentro de una frase), leísmo, preposicionales… Y estos últimos son de los más abundantes y curiosos (cuando se conoce el error). Vamos a ver algunos de los más habituales:
- *A excepción hecha de. Lo correcto es: excepción hecha de.
- *A grosso modo. Lo correcto es: grosso modo.
- *A lo que veo. Lo correcto es: por lo que veo.
- *A resultas. Lo correcto es: de resultas.
- *Cerca a. Lo correcto es: cerca de.
- *De abajo a arriba. Lo correcto es: de abajo arriba.
- *Por cuanto que. Lo correcto es: por cuanto.
- *Ganar ante. Lo correcto es: ganar a.
Y la verdad es que la lista podría seguir y seguir. En la Wikilengua podéis encontrar más ejemplos.
Manuel Seco escribió la presentación al Diccionario de uso de las proposiciones españolas de Emile Slager (licenciado en Filología Hispánica y profesor titular de español en la Universidad de Utrecht) y además de hacer una breve exposición de la utilidad de las preposiciones y del diccionario en cuestión, valora el trabajo por ser Slager un hispanista cuya lengua materna no es el español. El diccionario está estructurado como un diccionario de uso del español, pero su particularidad es que nos va mostrando con qué preposiciones se puede utilizar cada palabra e ilustra con un ejemplo el uso.
Por ejemplo, la palabra fascinación se puede usar con las preposiciones ante, con, hacia y por y en todos estos casos estaremos refiriéndonos al significado de ‘admiración’; pero la combinación con la preposición por tiene un segundo significado: ‘obsesión’ o ‘deseo’. Otra palabra que puede presentar matices en el significado según la preposición que la acompañe es paralelamente: cuando la acompañamos con la preposición a, podemos darle un triple significado: ‘conformidad’, ‘dirección’ o ‘simultaneidad’; también puede utilizarse con para darle el significado de ‘conformidad’.
La fórmula visto bueno puede utilizarse tanto con a como con para; en ambos casos con el significado de ‘permiso’.
Podemos ilusionarnos ante, con, por o sobre, pero no nos deberíamos ilusionar *de, *para o *hacia. Debemos enamorarnos de y no *para; lo mismo ocurre con enviudar (está feo enviudarse para…).
Otra obra de consulta muy interesante de Emile Slager sobre las preposiciones es Las preposiciones en español, en este pequeño libro (141 páginas) el hispanista hace un rápido repaso del uso de las preposiciones y dedica un tercio del libro a referirse a sus usos espaciales, temporales y nocionales.
¡¡¡Contenido extra!!!
Acabo de abrir el Diccionario de insultos. Para insultar con propiedad y os dejo tres joyitas de nuestra lengua: cartuchón (persona retrógrada), piligüe (persona insignificante) y azopilatado (persona que tiene aire de zopenco).