Hoy he consultado el Diccionario de madrileñismos (de Manuel Alvar Ezquerra, fallecido en 2020, que Ediciones La Librería publicó en marzo de 2011). Algunas personas giran un globo terráqueo y lo paran a ciegas con un dedo y así eligen el destino de su próximo viaje, yo he dejado pasar las páginas y he abierto el diccionario siete veces en siete páginas diferentes (afortunadamente) y mi inocente dedo me ha llevado a siete palabras, curiosas donde las haya, y que poco o nada conocía. Vamos con ellas:
Himplar. Llenar de algo, comida, bebida o aire.
El diccionario aclara que es un término utilizado en Navarredonda, si accedéis a la web descubriréis (tal vez ya lo sepáis) que Navarredonda y San Mamés es un municipio de la sierra norte de Madrid, en el valle del Lozoya, que está formado por dos núcleos de población.
El Diccionario de la lengua española, define himplar como: «Dicho de una onza o de una pantera: Emitir su voz natural».
Lómina. Hoja impresa que contiene un conjuro, escrito en forma de oración, en el que se ordena a los demonios apartarse de la persona o animal a que se le aplica, con dos espacios en blanco para añadir a quién se aplica y el nombre de quien lo hace.
En este caso es un término usado en Braojos, un pueblo situado en la ladera de sierra de Guadarrama. Este término no ha pasado desapercibido para todo el mundo, en 1987 la Revista de dialectología y tradiciones populares publicó un artículo de José Luis Martínez Sanz titulado «Mentalidades y supersticiones en la España actual. Las ‘lóminas’ de Braojos». Lástima que no esté disponible el texto en Dialnet.
Alicáncano. Despreciable, de poca estimación. ||Persona despreciable.
En este caso, no se especifica una zona concreta en la que se utilice esta palabra. Pero la suerte me ha llevado a descubrir un Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española: alicáncano; aricáncano; arricáncano; arrecáncano.
Cámbara. Cámara, pieza alta de las casas y pajares, normalmente sin ventanas o con un ventanuco, donde se guardaba todo tipo de aperos de la casa y del campo. En ella estaba el troje para guardar la cosecha de grano y de todo tipo de frutas (manzanas, peras, nueces, maíllas). En los pajares es donde se almacena la hierba, la paja, accediéndose a ella por una escalera de mano.
De nuevo un término que usan en Navarredonda.
Para Diccionario de la lengua española, cámbara es un centollo… Troje (o troj) lo define como 1. Espacio limitado por tabiques para guardar frutos y especialmente cereales. 2. Algorín (división para guardar la aceituna).
Incismador. Encismador, que mete cizaña, liante, que gusta de provocar discordia entre los demás.
Término que parece ser utilizado en Valdilecha, municipio de la comarca de Las Vegas, en el sureste de Madrid.
Me recuerda (por semejanza gráfica y de significado) a la palabra incitador, y si tiramos de sinónimos: fanfarrón, chulo, alborotador, camorrista, bravucón… Vamos, un angelito.
Tollina. Paliza. 2. Trabajo duro o intenso. 3. Borrachera. 4. Caladura de agua hasta los huesos.
Como el DRAE, considera que una tollina es una paliza, pero gracias, de nuevo, a los navarros de Navarredonda, he descubierto tres acepciones más diferentes e interesantes.
Lo curioso de esta palabra es la adaptación que se ha hecho de la tonyina de sorra valenciana, que se refiere a la ijada del atún. Varias recetas con este manjar han derivado en tollina (con patatas) como una adaptación o como un error por desconocimiento.
Peine. El que usan de adorno para la cabeza las mujeres, por oposición al escarpidor o batidor. 2. Instrumento formado por maderas atadas entre sí a dos trozos laterales de caña, y entre ellas se disponen otros dos fragmentos de caña, más o menos finos, y más o menos separados según se destine el telar para hilar fino o grueso. Los más gruesos se utilizan para tejer sacos, alforjas, mantas, costales, etc.; los más finos se utilizan para tejer camisas, lienzos o sábanas. 3. Persona taimada que no es de fiar.
La primera acepción se la atribuye al ilustre barrio de Carabanchel donde se encuentra la Finca Vista Alegre que en el siglo XIX fue residencia de verano de reyes y nobles; y también en ese siglo albergó la Quinta del Sordo, Quinta de Goya o Huerta de Goya. (Así que cuidadito con menospreciar Carabanchel Bajo…).
La segunda de las acepciones proviene de Montejo de la Sierra, lugar con tradición artesanal en el tejido del lino. De ahí el significado. La tercera significación coincide con la séptima del DRAE, que me ha descubierto vayas expresiones con la palabra peine: «a sobre peine» (a la ligera), «lo que vale un peine» (advertencia sobre las consecuencias desfavorables de sus actuaciones) o «ya apareció el peine» (cuando se descubre al presunto autor de una fechoría).
El Diccionario de americanismos aporta nuevas acepciones y no todas previsibles. Puedes consultarlas pinchando aquí.
No está nada mal lo que se puede descubrir abriendo un libro al azar, ¿verdad?
¡¡¡Contenido extra!!!
Acabo de abrir el Diccionario de insultos. Para insultar con propiedad y os dejo tres joyitas de nuestra lengua: inverecundo (que no tiene vergüenza), rascuache (miserable, ruin, pobre) y engañapichanga (charlatán o engañabobos).